SIN MATES NI PALABREJAS

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Lexington Barbecue Festival

DE FESTIVALES Y ÑOÑERÍAS

Concurrir a festivales con tarjetas de presentación style baby shower o sin invitación premeditada, no causa molestia sempiterna a nadie. Estamos acostumbrados a ubicarnos a la orilla de la bacinica, o de los circunvalatorios mundos de patio . Donde , hacer acto de presencia a mostraciones de libros o de “lyric celebrate”, es un acto de pila bautismal, concurren carroñamente una infinidad de seres postizos con máscaras de hierro  para ensalivar el aplauso, e identificar de forma abreviada y dudosa darwinianamente, eligen el que tiene más tiempo en el escalafonario mundo poético, o por el amiguismo de trotamundos “globetroter” o porque se han enfilado en agrupaciones de grullas encebadas en la poliandría metafórica.

     Los festivales vienen a ser saludables cuando se acude a la objetividad y al conocimiento somero de los sujetos e individuos que contienen o poseen en la balanza literaria obras de peso o heavy metal.  Sin escaramuzas de famas o de cuerdas flojas de amistades que cosechan vandalismo ególatra en revistas o redes sociales. Acuden a cartas de presentación de biografía en bonsái, con títulos de doctorados que no concatenan con la originalidad creativa. Un titulesco no define el talento ni tampoco la calidad poética o narrativa. Lógicamente, debe  haber calidad científica y académica en el ensayo o la investigación. Los festivales, cuando parecen piñatas de happybirdays de quinceañeras . No se puede estar en contra de eventos color de rosa, o de pintalabios poéticos, o molestarse porque la invitación la postergaron en antemortem.

          Los festivales, contienen la apariencia de las celebraciones católicas en semana zángana, hacen viacrucis, incluso, consideran las estaciones del misterio, lógicamente en el ámbito de la poesía de las letras sin litros.  Es preciso, que los festivales, que están sosegados por la seriedad y la gentileza, no ignoren algunos buenos escritores que llevan carriles de experiencia recorridos. Si no, pues, que cada celebración en cada lustro, consideren que hay personajes que han levantado el edificio de la literatura, pero han quedado rezagados sin Visa para asistir.


          Aunque, en verdad, no valdría la pena, hacer acto de presencia, sino sabemos de donde es la filogénesis monetaria de financiamiento de traer a julano, perengano y mengano del extranjero. No es posible, que exista una coperacha entre compas escritores, si pasan más acabados, más lavados que a saber quién, si son las alcaldías, son los más duraznos que hay para apoyar magnos eventos. De donde el money para el airplane ticket, para pagar hostelería en varias noches. Habrá tanto billui en tiempos de miseria y de pobreza, que los festivales obtengan apoyos desmesurados , donde el tribunal superior de cuentos, hace ausencia. Es necesario seguir apoyando la cultura desde muchas dimensiones, y que los actores claves se forjen al sacrificio. Aun, así es necesario, mantener la dignidad político-ideológico, porque se critica a los que nos gobiernan, pero recibimos el billetito para tales encuentros. Donde la poesía, en aras de  convertirse en el aura de los bacanales o de las famosas bacantes. Festivales de hiedras, espejuelos y espejismos. Donde levantan dioses con pies de barro. Menos poetas. 


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