Mi amigo Angel (1962)
Oscar Sierra-Pandolfi
Del libro "Camara Lenta". Publicado 2021. Metakosmia editores.
En el caso que nos ocupa, el cine hondureño ha ido evolucionando a un ritmo traslapado por la lentitud, y de alguna manera con cierta madurez en la habilidad actoral. Algunos historiadores indican que fue en 1962, donde se extiende la partida de nacimiento del cine en Honduras; bajo la creatividad y preparación de Sami Kafati. Considerado el pionero y productor de la primera obra cinematográfica.
En cambio, otros historiadores plantean lo siguiente : "Durante la dictadura del general Tiburcio Carías Andino, se contrata un equipo de México. Por primera vez se filma la película «Honduras», en 1937, que dirige José Bohr y el camarógrafo Raúl Martínez Solares. En tal sentido, algunos datos biográficos, Sami Kafati, nació el 21 de diciembre de 1936 en Francisco Morazán".
Basado en el planteamiento introductorio , el cine hondureño se inicia en una especie de polifonía, y con encajes estéticos homogéneos en la estructura superficial y profunda.
Aunque, según el historiador [1]Hernández( 2020 “fue en 1908 la primera producción de vídeo y en 1919 el primer documental en Centroamérica a través de las compañías bananeras , refiriéndose a la “Banana Land”. existen antecedentes históricos y teóricos sobre el cine en Latinoamérica.
No obstante, es en 1962 donde la primera obra cinematográfica con fines estéticos y tendencias del neorrealismo italiano, se centra en el argumento de un niño que recorre las calles de la ciudad de Tegucigalpa en busca de su padre. Nos recuerda al mito de “Edipo Rey”. Aunque tal personaje de la tragedia, da muerte al padre en una especie de [2]“anagnórisis”.
La verdad que “Ángel” también desconoce el lugar donde se puede encontrar su padre. Igual sucede con “Pedro Paramo” cuando va en búsqueda de su progenitor. En otro ámbito, podemos visualizar la ciudad como texto en la película, donde también se refleja como textura, estructura y dinámica en la actuación. Asimismo, vemos como “Mi amigo Ángel” se traslapa la cotidienidedad y su anatomía existencial en la caverna platónica de las avenidas capitalinas, la errancia angelical, y la sublime partitura de un personaje que se encarna en la travesía de realidades subjetivas de la conciencia inocente. La búsqueda de la [3]chora de Kristeva, o el castigo de Sísifo de subir y bajar la roca. Ángel, está condenado a su corta edad en la búsqueda de su padre. Siempre el abandono fue crucial en los años “60”, donde el entramado filosófico del existencialismo de Sartre y de Camus nos llevaron a asumir el destino del humano como condena.
[4]Contra todo lo que se podía pensar en aquellos años, Mi amigo Ángel no transitaba por paisajes, mercados populares, fiestas típicas o beatas procesiones, ni usaba todos esos recursos que se aplican cuando hay más ganas que ideas. Con un natural aliento neorrealista, el film se mete en Tegucigalpa, no la de los largos autos norteamericanos, sino en la de los rescoldos del pueblo pobre, la de los descendientes de los pueblos originarios donde Kafati atrapará la problemática de los sumergidos: el alcoholismo, la marginalidad, la falta de trabajo, la prostitución. p.36.
Sami Kafati vendría de estudiar a los italianos y a los franceses. Ya que su proceso de producción se basaba en lo que el escritor y director francés Alexandre Astruc, introdujo en el cine, la idea de que un director de cine debía emplear la cámara como si se tratara de un lápiz, o la pluma de un escritor, teoría llamada “Camera-stylo”.
Astruc apostaba por un cine convertido en un lenguaje escrito, en el que los recursos que integran una obra cinematográfica -léase reparto y equipo técnico- correspondan totalmente a la visión de su creador.
Por eso mismo, Kafati sobresalió con algunos cortometrajes desde 1971 hasta 1976, basados en proyectos estatales : “Independencia de Honduras” en 1971, “Agua, vida y desarrollo” en 1976, “Proyecto Guanchías” en 1976, y “Bajo Aguán” en 1976.
[5]Cuenta Sami Kafati que en esa época ingresar al cementerio para filmar con su Bolex el legendario final de Mi amigo Ángel, resultaba en extremo peligroso. Nadie podía comprender por qué no retrataba los fabulosos paisajes de La Tela, La Ceiba, o los rincones elegantes de Tegucigalpa. En más de una oportunidad recibió insultos y amenazas de quienes, mentándole sus orígenes libaneses, lo acusaban de mostrar al mundo las fealdades hondurenas. Pero así y todo, sin conocimientos cinematográficos, sin más apoyo que el de algunos amigos y parientes, terminó el seguimiento del pequeño lustrabotas por las calles de Tegucigalpa, y la primera película hondurena, Mi amigo Ángel, estaba realizada en 1962. (Calvo,s.f)
Al ver que los postulados de Astruc convergían y algunos estaban de acuerdo, no tardaron en reflexionar entre ellos. Los más que sobresalieron fue: Godard, venía de dirigir “Sin aliento”, “vivir su vida”, y “Pierrot el loco”. Al igual que otros a inicios de los “60” del siglo XX. Todo ello se determinó como “política de autores” en las páginas del “Cahiers du Cinema”, cofundada por André Bazin. A esta agrupación se sumaba Truffaut y otros cineastas franceses. Estos críticos fundamentaban sus análisis en los rasgos que giraban en torno al director, donde explicaban los patrones y el estilo que empleaban los realizadores.
De ahí determinaban las líneas para el montaje de sus obras. En cambio, Sami Kafati, al ser el pionero del cine hondureño en el contexto histórico de las dictaduras militares y los golpes de estado, como el suscitado en 1963.
[6]“En 1956, Sami Kafati, junto con Luis Enrique Aguiluz, había procesado en el valle de Comayagua sus primeros ensayos en 8mm. Lentamente fue comprendiendo que el cine no se limitaba a un mero ejercicio de recreo y entendió las incalculables posibilidades de expresión que el invento de los Lumiére le aportaban. Filmar Mi amigo Ángel fue cuesta arriba: un arduo trabajo para conseguir su famosa cámara Bolex, sin conocimientos de cine o del lenguaje cinematográfico, sin técnicos, sin equipos. Calvo (s.f).
Kafati, a través de sus expectativas y los primeros intentos de grabar. Como lo expresa Calvo(s.f.), tuvo limitaciones que lo percataron de una prolongada pausa que aconteció entre llantos y risas. La situación de adquirir herramientas como una cámara Bolex, fue el obstáculo comedido que acentuó la irrealización de dicho proyecto.
No obstante, el camino para hacer cine estaba echado andar en las veredas sinuosas de la falta de entendimiento institucional, y de ciertas deficiencias culturales aletargadas en la sociedad inmiscuida y desorientada en el apogeo político-religioso. Kafati tiene que marcar viaje, cruzar el océano Atlántico y llegar a la tierra de Bertolucci, Sanctis, y Passolini.
A su vuelta a Honduras, y después de un par de años en que no logra insertar su proyecto, es invitado por un compañero de estudios a trabajar en el Departamento de Prensa del Canal 13 de televisión de la Universidad Católica de Chile, donde está a cargo de la realización filmica de programas políticos durante la campaña electoral de 1970. Kafati formó parte del equipo de documentalistas que realizaron Neruda: Hombre y Poeta (1970) junto al realizador colombiano Pepe Sánchez. En aquellos días de plena ebullición política le ofrecieron volver a Honduras, con una serie de interesantes proyectos, de los cuales sólo algunos comerciales se llevaron a cabo y un corto documental llamado Independencia de Honduras (1971).
Es importante el trabajo documental de Kafati, según algunos estudiosos, dejó un docu-cine sobre el poeta Pablo Neruda a finales de los “70” del siglo XX. A igual que en otros filmes de la misma naturaleza, “Independencia” (1971) “ Agua, vida y desarrollo”, “Proyecto Guanchias” , “Bajo Aguán” , (1977) “Bosques y Maderas de Honduras” , “Acueductos rurales”, “Despertar del Kukulkán” “ Escuela de ciencias forestales” y “Salud de Honduras”.
Culminando con la perspectiva analítica expresada por el profesor y cineasta reconocido [7]Mendoza (2015) :
Después de la imagen del campesino muriendo, las posibilidades de montaje le ofrecen al director conectarnos directamente con el interior de la mente de Don Calixto, que en un momento, es interrumpida por la entrada del sacerdote a la iglesia. Don Calixto lo sigue, y dentro de la oficina ocurre un importante diálogo, perfectamente escrito por Sami, y que no es necesario reproducir aquí porque, exactamente de la misma manera, maneja un diálogo visual mucho más poderoso e interesante para nuestros fines. El plano contra-plano de esta secuencia lo marca un encuadre de plano medio para el cura y de un primer plano para Don Calixto.
[1] https://elpulso.hn/2020/02/10/historia-del-cine-en-honduras/
[2] La anagnórisis es una palabra proveniente del griego que quiere decir “reconocimiento”. En la literatura, representa un recurso retórico en el que se descubre un hecho que permanecía oculto. En algunos casos el momento de anagnórisis es oportuno para que el protagonista cambie el destino de su vida a su favor, pero en otros casos ya es tarde y se produce una tragedia.
[3] El demiurgo es el encargado de organizar un material espacial informe (chóra), para lo que contempla las formas inteligibles, y produce así las imágenes, las cosas sensibles. La causa de la diferencia entre las formas inteligibles (modelo) y las cosas sensibles (imagen) radica en el material caótico e indeterminado (receptáculo).
[6] Ibidem.p.cit.36
[7] Mendoza, D. (2015)(FRAGMENTO DE MI ARTÍCULO “CINE HONDUREÑO, CONSCIENCIA DE UN CAMINAR” 25 PAGS, PUBLICADO EN REVISTA “ARTE Y CULTURA” CENTRO DE ARTE Y CULTURA UNAH, VOL II N. 1 ENERO – JUNIO 2015).
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